Malta especial, elaborada en Alemania, aporta una estructura única a la cerveza, un sabor aterciopelado y una complejidad muy especial. Sus aromas recuerdan con contundencia a la miga del pan. La ausencia de las cáscaras y el alto contenido de sustancias viscosas aconsejan no superar el 50 % en la molienda para evitar eventuales problemas de filtrado.