Malta especial, elaborada en Alemania, se utiliza para ajustar el pH del mosto durante el proceso de maceración, especialmente cuando el agua utilizada no es ideal. Esto ayuda a mejorar la actividad enzimática en el mosto, lo que resulta en un mayor rendimiento y una mejor estabilidad del sabor en la cerveza final. Además, el color del mosto se vuelve más brillante y el aroma de la cerveza más equilibrado.