Es utilizado en la elaboración de cerveza para ajustar el perfil mineral del agua. Su principal función es aumentar la dureza del agua, lo que puede realzar el amargor de las cervezas, especialmente en estilos como las Pale Ales e IPA. Además, el sulfato de magnesio ayuda a mejorar la estabilidad de la espuma y la claridad del producto final.
La dosis recomendada debe ajustarse según el perfil del agua y el estilo de cerveza deseado.